En Rosario Rebull hay que destacar la diversidad. Se encuentran obras muy complejas como otras muy sencillas. Unas con mensaje y otras simplemente dando rienda suelta a la belleza. Lo que es indudable que su obra llega al espectador por su colorido, composición y mensaje implicito. Quizá la diversidad de obra sea también su defecto porque no ha afianzado una línea continúa de trabajo. Parece, que sigue en la búsqueda, que le llene algo para repetirlo. Estoy convencido que la encontrará.
En su obra Paseando por la Ciudad, Burkas, En el Parque, y Sombras del Colorado empieza a verse una madurez más profunda.
En las obras de corte más ingenuo no deja de tener gran creatividad. Trasmite fuerza, impulsos libres, modestia, alegría y buen hacer.