Esta obra es el segundo trabajo en claroscuro, captando el fasinante momento de la relajación y de como la luz de una vela puede traer tanta paz y serenidad a un ser cuyo estudio de si mismo acerca de su vida traiga tranquilidad en una noche intensa de emociones. Añado también el reflejo de un espejo hace ver dos mundos distintos, dos dimensiones vividas en un mismo tiempo. El contacto de ambas dimensiones hace que la paz y la armonía sean compañeras en un mundo sólo y oscuro.