Sobre la Luz y el Color 2

21 de Junio del 2011 a las 23:05:00 0 Leído (403)


+ Todos los fenómenos existentes, ya sean los sonidos, el calor, los rayos X, los colores y las energías de distinta índole (incluidas las ondas del pensamiento humano) son siempre una forma de luz, una radiación que forma parte integrante del vasto Campo Electromagnético que nos rodea e invade, sea o no sea perceptible. El enorme espectro de energías de ese gran C. E., ya sean visibles como un color, o invisibles como una onda sonora, todas esas frecuencias y radiaciones interactúan las unas con las otras y, además, estos registros distintos influyen e intervienen en nuestro campo aural, energético, psicológico y biológico.
Todos esos aspectos que nos parecen tan diferentes, en realidad son lo mismo, y están actuando en diferentes octavas e interpenetrándose mutuamente en diferentes frecuencias armónicas. Nuestra vista reacciona solamente a una octava concreta (la de los colores por ejemplo) pero nuestros muchos otros sentidos, incluso nuestra piel (llena de receptores) todos nuestros átomos celulares, nuestro cerebro, nuestras emociones y nuestro campo de radiación mental, todo en nuestro Ser individual ...‘reacciona’ siempre ante todas esas radiaciones existentes en nuestro universo, una reacción que puede ser captada consciente o inconscientemente, y con más o menos sensibilidad.
Diversas observaciones científicas y experiencias revelan que cuando las células de un ser vivo son sometidas a la acción de un color, éstas reaccionan de tres maneras diferentes: 1/ estimulando su crecimiento, 2/ inhibiendo o relajando su funcionamiento, o bien 3/ destruyendo por completo la célula. Esto naturalmente también ocurre con otras radiaciones (Rx, Uva, Gamma, Microondas...) como ya hemos dicho. Pero pocas veces somos realmente conscientes que el hombre ‘reacciona’ al cromatismo; y menos conscientes somos aún de que esa radiación que emiten los colores pueda emplearse de modo terapéutico, o debiera evitarse si un color determinado puede alterar nuestra salud física o psíquica.
Marta Povo, enero 11

+ Hoy he leído lo siguiente de Taisen Deshimanu, un maestro zen muy interesante:
'La verdadera luz no resplandece, no ilumina espectacularmente. En Occidente la palabra 'iluminación' evoca a menudo algo muy resplandeciente; pero la verdadera luz no brilla hacia fuera, no centellea. Shinku en japonés significa 'no mostrar nuestro brillo', y también descubrir la luz original en nuestro corazón. La iluminación resplandece en cada gesto de la vida cotidiana. La luz resplandece en la noche y el maravilloso loto florece en el barro. Un maestro conoció el despertar al oir que un guijarro rozaba una caña de bambú; otro al ver un melocotonero en flor. Newton descubrió la gravitación universal al caer una manzana del árbol; Arquímedes descubrió valiosos principios en la bañera. La iluminación, la gran intuición, surge también de 'tú a tú', en contacto con el otro, en comunicación de espíritu a espíritu. La gran sabiduría consiste en armonizarse con el cosmos. La luz inmaculada es la sabiduría más alta: sin sufrimiento, sin ignorancia, sin dudas, sin ansiedad. Cada fenómeno de nuestra vida, todo lo que vivimos, da acceso a la luz'.
Marta Povo, 21 febrero'11

• Realizar comentario