ALEGRIA DEL SOL

18 de Junio del 2010 a las 19:57:03 0 Leído (482)

José Jackson Guadamuz

Sentir apasionadamente el cuerpo y alma guanacasteca a través de formas y colores intensos, son sin duda cualidades que singularizan la obra de José Jackson Guadamuz. De la alegría del sol, título de esa exposición individual del artista, nos permite entrever lo que se puede esperar de las obras expuestas: un haz radiante de sensaciones. Los temas trabajados muestran una maduración de sus trazos, marcando un cambio en relación con su fase anterior de los abrazos oníricos. Ahora se trata de una fase menos interiorista, cuya inspiración proviene de escenas de las celebraciones cotidianas, sin dejar de lado los desplazamientos a dimensiones oníricas.

Originario de Santa Cruz de Guanacaste, Jackson Guadamuz se inspira en la vida de su gente, al interpretar las fiestas y conmemoraciones típicas de la región. Sobre ese punto me parece interesante resaltar el aspecto etnográfico de la pintura del artista, que retrata aspectos muy particulares de la cultura de Costa Rica y en especial de Guanacaste. Sus telas tienen movimiento propio como un caleidoscopio mágico girando sobre un universo prismático de máscaras y toros. Jackson Guadamuz se apropia constantemente de sus vivencias, promoviendo un encuentro particular entre lo real y lo onírico, entre lo colectivo y lo propio. Así, el artista interpreta las mascaradas y las escenas taurinas de Santa Cruz, jugando con los elementos intensivos de los colores vivos, otro hilo conductor del conjunto de su obra. La felicidad extenuante expresada en sus cuadros, activa cuestiones potentes sobre la simultaneidad de las acciones personales y de grupos humanos en espacio-tiempos diversos.

“Ese Chagall de los trópicos”, tal como lo definió mi padre, nos lleva más allá de Guanacaste, justamente por la propiedad de su mirada que, en el mismo movimiento, se vuelve sobre sí misma y nos remite a un horizonte de existencia colectiva. A través de la creación de narrativas pictóricas de una cierta realidad, su obra es el resultado de un proceso reflexivo que emerge de interrogantes sobre la dinámica de un mundo visto a través de un vitral de colores relucientes.

San Pedro de Montes de Oca – abril 2010
Alice Lamounier

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