Goyo - 2007-03-27 00:00:00

En toda la obra de este artista colgada en esta página hay una intencionalidad clara en la construcción de un lenguaje propio, el cual surge en la forma de creación de unos rasgos estilísticos con vocación de lanzar un mensaje, un contenido.
 
Son signos que conforman una semántica intimista que el creador nos ofrece para que nuestra mirada se abra a un espacio en el que converge otra realidad, emana otro núcleo de nuestra existencia, que necesita ramificarse en distintos y diversos imaginarios para poder seguir anhelando metamorfsis en la expresión de uno mismo.

El autor trata de que compartamos ese universo plástico desde la perspectiva íntima del silencio, de la gravitación, del ensueño, pues plasma un escritura que no necesita desentrañarse sino confundirse con nuestro sentimiento hasta alcanzar otro grado de comprensión de lo auténtico.

Y también hay magia, la que hace que ese lenguaje sea la órbita por la que se conduce nuestra mirada, repose nuestro pensamiento y navegue nuestro movimiento.

Acierto en lo lírico, personal y recóndito de un trabajo que está tan compacto en sí mismo que tiene difícil continuación.