Desde de mi niñez, siempre me ha atraído el color, el dibujo, las formas y sobre todo, lo que se podía trasmitir a través del conjunto de todos estos elementos. Pasaba horas dibujando personajes sacados de cómics, retratos de famosos y cualquier otra cosa que llamara mi atención.

Con el paso de los años, fue tomando forma la idea de desarrollar más esta habilidad, apuntándome a clases de dibujo y pintura hasta decidir estudiar la carrera de Bellas Artes.

Lo que más me enriqueció a lo largo de los 5 años de licenciatura, fue el continuo contacto con gente con similares inquietudes, pero con maneras muy distintas de expresarlo. Además fue en estos años cuando reconocí que a través de la publicidad y más en concreto con el diseño gráfico profesional se podía llegar a un gran número de gente.

El diseño gráfico se ha convertido junto con la pintura, en mis dos grandes pasiones que comparten mi tiempo y la forma con la que mejor me comunico.

Mis cuadros son un reflejo de mi estado interior, mi alegría y manera de afrontar la vida. Son cuadros coloristas pero con trazos contundentes que emanan de mi fuerte personalidad. En ellos se puede apreciar las influencias y gustos por épocas pictóricas del pasado, especialmente del grupo de los impresionistas y expresionistas. Los fuertes contrastes de color me permiten ir dibujando las figuras y el espacio hasta conseguir la armonía deseada.

La temática de mis cuadros se centra fundamentalmente en las personas y en el agua. La figura me permite indagar en el alma de cada personaje, explorar sus sentimientos y expresiones hasta plasmarlos en el lienzo. Por otra parte el agua, me ha fascinado siempre, incluso antes de coger los pinceles. Observar como la luz se descompone al chocar en el agua, como los reflejos se traducen en multitud de colores, el movimiento y los contrastes que produce... no me cansaré de mirarlo y aprender a traducirlo en un cuadro.