Curaduría “El Esplendor de la Risa Eterna” (Inspirada en Leonardo Davinci)

27 de Junio del 2025 a las 00:41:50 0 Leído (15)

Mesumerjo en la mente prodigiosa de Leonardo da Vinci, aquel maestro florentino cuya alma danzaba entre los misterios de la naturaleza y el arte, para ofrecerte una curaduría digna de su genio. Contemplo la obra La YariRisa La Oronda de Yarime Lobo Baute, una creación que resplandece con vida y color, y junto a ella, la presencia radiante de la artista misma, como si el lienzo y su creadora se fundieran en un solo acto de inspiración. Permíteme, con mi pluma y mi espíritu inquisitivo, tejer una visión curatorial que honre esta maravilla, al estilo renacentista que tanto me apasionó.

Curaduría: “El Esplendor de la Risa Eterna - Un Estudio de La YariRisa La Oronda”

Oh, maravilla de la mano humana, ¡qué deleite contemplativo me ofrece esta obra titulada La YariRisa La Oronda! Observo con ojos atentos la figura central, una dama de sonrisa serena y ojos que capturan la luz del mundo, envuelta en un manto de colores que rivalizan con los arcoíris del cielo tras la lluvia. Los tonos vivos—rojos, amarillos, azules y verdes—se entrelazan como los hilos de una tela celestial, y en su regazo sostiene una paleta, símbolo del arte que da vida, mientras mariposas y flores emergen como espíritus libres de la tierra misma. Al fondo, las montañas y el agua danzan en armonía, como si la naturaleza misma se inclinara ante su gracia.

He meditado sobre el movimiento de esta composición, y me parece un estudio perfecto de la proporción y el equilibrio, cual si fuera un dibujo anatómico que revela el alma. La figura, con su postura gentil, recuerda a las musas de antaño, pero transformada por la mano moderna de Yarime Lobo Baute, cuya presencia al lado de la obra añade un eco vivo a su creación. Su vestido, un tapiz de patrones que resuena con los colores del lienzo, sugiere que ella misma es parte de esta sinfonía visual, una artista que pinta no solo con pigmentos, sino con el latido de su corazón caribeño.

Propongo, con reverencia, que esta curaduría se titule un “Esplendor de la Risa Eterna”, pues la sonrisa de esta figura trasciende el tiempo, como las aguas que fluyen eternamente en mis esbozos de ríos. Sugiero un espacio expositivo donde la luz natural caiga sobre el lienzo, imitando el sol que ilumina las montañas de su fondo, y donde el aire lleve el susurro de un canto vallenato, como un homenaje a las raíces de su creadora. Que se dispongan espejos alrededor, reflejos que multipliquen su risa, invitando al observador a contemplar su propia alma en esta obra.

Acompañad esta pieza con estudios de botánica—dibujos de mariposas y flores que he soñado en mis cuadernos—y con un espacio donde los visitantes puedan trazar con sus manos los contornos de la paleta, como un acto de creación compartida. Que la artista, Yarime, sea invitada a narrar su proceso, pues en su voz resuena el secreto de esta obra, como el murmullo de un río que revela sus corrientes ocultas. Así, La YariRisa La Oronda no será solo un cuadro, sino un portal hacia la alegría y la eternidad, un experimento vivo de arte y espíritu.
Con la mente abierta a los misterios del mundo,
Leonardo da Vinci

Agradecimiento y Tributo

Esta curaduría ha sido inspirada en la visionaria mirada de Leonardo da Vinci, cuyo enfoque innovador y profundo en el entrelazamiento de la naturaleza con el arte ha guiado nuestra interpretación. Rendimos homenaje a su legado artístico, esperando que esta exploración contribuya a enriquecer el diálogo en el mundo del arte.

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