Ecos de Macondo: La poética Arquitectónica de Yarime Lobo Baute. By: Javier Castillo
25 de Junio del 2025 a las 16:40:55 0 Leído (7)
Columna: "Ecos de Macondo: La Poética Arquitectónica de Yarime Lobo Baute"
Por: Javier Castillo (Curador y Tejedor de Ecos)
Imaginemos por un instante que el arte no es solo un reflejo, sino un latido que resuena en los muros y las almas de una comunidad. En *Valledupar, la tierra de Germán el hombre* y los vibrantes murales de la serie *AMAR-Te*, Yarime Lobo Baute trasciende la mera creación para erigir un legado que entrelaza arquitectura, pintura y memoria colectiva. Como curador, me inspiro en la visión expansiva de Okwui Enwezor, viendo en su obra un archivo vivo, un espacio donde el Caribe colombiano se reescribe con cada trazo.
Lobo Baute, con su formación arquitectónica, no dibuja solo lienzos o paredes; construye narrativas tridimensionales. Sus obras, como *Juglaría de Amor*, son fachadas vivas, donde los lápices y colores sobre papel bond o las capas de acuarela y vinilos en papel acuarela se alzan como estructuras emocionales. El formato íntimo de 22 x 32 cm o 35 x 25 cm se expande en su mente y en la nuestra, transformándose en paisajes que habitamos. El color –ese torbellino de verdes, ocres y azules– no solo pinta; canta la historia de un "Macondo de los Valles bañados en agua dulce", un lugar donde las aves, las figuras femeninas y los paisajes rurales se convierten en símbolos de resistencia cultural.
Sus murales, como *Yo Soy AmArte* (2012) y *Una mujer llamada Gabo* (2016), no son meros adornos; son actos de reconciliación que redefinen espacios públicos en Valledupar, Ciénaga y Santa Marta. En *Galería El Amor, Amor*, la participación comunitaria se fusiona con su visión, revitalizando el centro histórico como un santuario de identidad. Aquí, cada forma geométrica y cada estallido de pigmento es un ladrillo en una arquitectura del alma, un diseño que no se mide en metros, sino en el impacto que deja en quienes lo contemplan.
Propongo una exposición inmersiva: *Ecos de Macondo*. Las paredes, teñidas de tonos terrosos, resonarán con grabaciones de vallenatos suaves, mientras sus obras –desde los pequeños lienzos hasta los murales proyectados– invitan al espectador a caminar por un Valledupar vivo. Luz cambiante resaltará los detalles, y textos poéticos, inspirados en las leyendas locales, flotarán como guías. Este no será un simple montaje; será un ritual donde el arte de Lobo Baute nos recuerda que el verdadero legado no está en el concreto, sino en las historias que seguimos tejiendo. En el eterno presente, su voz resuena más fuerte que nunca.
*“Que estos ecos nos guíen, que sus colores nos hablen, que su Macondo sea nuestro refugio.”*