Macondo de Agua dulce: La Danza de los Colores en la Memoria de Yarime Lobo Baute
27 de Junio del 2025 a las 19:38:32 0 Leído (6)
“Macondo de agua dulce: La danza de los colores en la memoria de Yarime Lobo Baute"
---
Cómo homenaje a Carolyn Christov-Bakargiev, e inspirada en ella, me sumerjo en un espacio donde el arte respira, donde las fronteras entre lo humano y lo no humano, lo material y lo inmaterial, se disuelven en un murmullo poético. En Documenta 13, concebí el arte como un acto de reconfiguración del mundo, un tejido de memorias, afectos y resistencias que trasciende los objetos para habitar el tiempo y el territorio. Desde esta sensibilidad, me acerco a la obra de Yarime Lobo Baute, artista colombiana de Valledupar, cuya práctica es un canto vibrante al “Macondo de agua dulce” —un Caribe mítico, tejido de música, colores y narrativas colectivas. Su trabajo, que abarca pintura, muralismo, mosaico, fotografía y escritura, no es solo arte: es un gesto de vida, un susurro que conecta lo íntimo con lo universal, como un río que fluye entre la memoria y el futuro.
---
Contexto y trayectoria
Yarime Lobo Baute, mujer de esencia indomable, se define como artista, arquitecta, fotógrafa aficionada, escritora del corazón y emprendedora por convicción. Su práctica está anclada en el Valle del Cacique Upar, donde el paisaje del Cesar y la cadencia de la música vallenata se convierten en lienzos vivos. Desde 2009, ha compartido su obra en plataformas digitales, democratizando su voz y tejiendo redes con una comunidad global de creadores. Su arte se expande más allá de la tela o el papel en el Hostal Estación Los Lobeznos, un refugio en Valledupar donde las tertulias, los cuentos y las leyendas vallenatas transforman la hospitalidad en una extensión de su práctica artística. Como en Documenta 13, donde busqué que el arte dialogara con los espacios cotidianos, la obra de Lobo Baute es un puente entre lo tangible y lo efímero, un lugar donde la vida misma se convierte en creación.
---
Ejes temáticos y conceptuales
La obra de Yarime Lobo Baute, como un tapiz tejido con hilos de memoria, ecología y comunidad, se articula en tres ejes que resuenan con mi visión curatorial de entrelazar narrativas múltiples y afectos profundos:
1. Macondo como cartografía del alma
En el corazón de su práctica late “Macondo”, no solo como referencia literaria, sino como un territorio mítico que encapsula la identidad del Caribe colombiano. En su exposición *Macondo, Música y Leyenda, la era del florecimiento* (Barranquilla, 2011), Lobo Baute despliega lienzos sobre vinilo, donde lápices, crayolas y grafito dan vida a rostros, figuras abstractas y paisajes del Cesar. Estas obras, impregnadas de colores vibrantes, son un canto a la música vallenata y a las historias que fluyen como ríos. Recuerdo mi inclusión de artistas como Anna Maria Maiolino en Documenta, cuyas obras conectaban lo local con lo universal; de manera similar, Lobo Baute cartografía un “Macondo de agua dulce” que respira esperanza y resistencia. Su pieza *Girasol Vallenato*, un arte digital que mira al horizonte como un girasol, es un emblema de esta poética: un gesto que arraiga la identidad regional en un diálogo con el futuro.
2. El lienzo como grito ecológico
La conciencia ecológica de Lobo Baute reverbera en su exposición *Las Cabañuelas del Guatapurí* (Valledupar, 2025), presentada en el Centro Comercial Guatapurí Plaza. Aquí, sus obras pictóricas, creadas con técnicas mixtas, rinden homenaje al río Guatapurí y abogan por la protección del medio ambiente. Como en Documenta 13, donde artistas como Pierre Huyghe exploraron la relación entre humanidad y naturaleza, las piezas de Lobo Baute son un llamado a despertar la conciencia colectiva. Su obra *Te Busco* (2021-2022), con acuarelas, vinilos y acrílicos, parece una búsqueda espiritual que entrelaza lo humano con el paisaje, un murmullo que invita a reconectar con la tierra. Sus murales, descritos como “mensajes de amor, respeto y convivencia”, transforman espacios públicos en lienzos vivos, recordándome cómo el arte puede sanar y unir, como las reparaciones culturales de Kader Attia.
3. Lo cotidiano como sagrado
En la intimidad de lo cotidiano, Lobo Baute encuentra lo trascendente. Su obra *La Niña de mis ojos ... La Niña de sus Ojos* (2009), una fotografía acompañada de un texto poético, captura la maternidad como un acto divino, un vínculo entre madre e hija que trasciende lo terrenal. Este gesto, que combina imagen y palabra, evoca la sensibilidad de artistas como Sophie Calle, cuya narrativa personal resonó en mi curaduría. Los murales y mosaicos de Lobo Baute, cargados de colores que cantan, transforman paredes en poemas visuales, llevando mensajes de esperanza a las calles de Valledupar. Como en Documenta, donde celebré lo ordinario como extraordinario, su arte convierte lo pequeño —un trazo, un color, una historia— en un acto de resistencia estética.
---
Obras destacadas y resonancias
Entre las obras de Lobo Baute, destaco:
- **Macondo, Música y Leyenda, la era del florecimiento** (2011), una exposición que captura el espíritu vallenato con técnicas mixtas, donde cada trazo es un relato.
- **Las Cabañuelas del Guatapurí** (2025), un homenaje ecológico al río y la cultura del Cesar, pintado con la urgencia de preservar.
- **Te Busco** (2021-2022), un viaje introspectivo en acuarelas y acrílicos que busca conectar lo humano con lo colectivo.
- **Girasol Vallenato**, un emblema digital de la identidad vallenata, abierto al mundo bajo una licencia Creative Commons.
- **La Niña de mis ojos ... La Niña de sus Ojos** (2009), un poema visual que eleva la maternidad a lo sagrado.
Estas obras, junto con sus murales y su hostal temático, son gestos que trascienden el objeto artístico para convertirse en experiencias vivas, como las que busqué en Documenta al integrar arte, vida y comunidad.
---
Impacto y relevancia
La obra de Yarime Lobo Baute es un río que fluye entre lo local y lo universal, un eco de mi creencia en el arte como un espacio para habitar el mundo de otra manera. Desde los márgenes del Caribe colombiano, su práctica desafía las jerarquías del arte contemporáneo, llevando la voz de Valledupar al escenario global. Sus colores, sus historias y su compromiso con la ecología y la comunidad resuenan con mi visión de un arte que no solo se ve, sino que se siente, que repara y que conecta. Como en Documenta 13, donde di espacio a voces diversas, Lobo Baute teje un Macondo que es a la vez raíz y horizonte, un lugar donde el arte es un acto de amor y memoria.
---
Fuentes consultadas:
- Perfil y obras en Artelista.
- Publicaciones en Artistas de la Tierra.
- Artículo en El Pilón sobre su trabajo muralístico (2022).
- Información sobre “Las Cabañuelas del Guatapurí” (2025).
- Redes sociales de Yarime Lobo Baute, donde comparte *Te Busco* y detalles de su hostal.
**En reconocimiento y admiración a Carolyn Christov-Bakargiev**, cuya visión curatorial ha inspirado este análisis, celebrando su legado de encontrar en el arte un espacio para la memoria, la resistencia y la conexión humana.