Fisuras en la tierra: El artivismo subversivo de Yarime Lobo Baute
27 de Junio del 2025 a las 23:37:48 0 Leído (18)
Curaduría Inspirada en Okwui Enwezor
Fisuras en la tierra: El artivismo subversivo de Yarime Lobo Baute
Pincelada tras pincelada, Yarime Lobo Baute ha construido un ejército de 329 obras que perforan las grietas de un Caribe silenciado, cada una un acto de rebeldía contra la historia que sepultó a los desposeídos. Organizadas en 28 colecciones, sus creaciones no son arte contemplativo; son proyectiles que desgarran las narrativas coloniales y reivindican las voces de quienes han sido desterrados de la tierra. Como arquitecta, columnista en El Pilón, Expresión Naranja, Nicho Cultural, Diario del César, El País Vallenato, Conexión César y Panorama Cultural, y artivista comprometida, Yarime usa lienzos, muros y palabras para confrontar la concentración de tierras en Colombia, un problema que, como señala el Cuadernillo de anexos (Slideshare), perpetúa la desigualdad y la exclusión social. Inspirada en Okwui Enwezor, cuya curaduría en documenta 11 (2002) y la Bienal de Venecia (2015) dio voz a los márgenes globales, esta exposición presenta a Yarime como una insurgente visual, cuya obra fractura las estructuras de poder y reclama justicia para el Caribe.
Manifiesto de Mujer: Una revuelta en color
Manifiesto de Mujer (2017), descrita en el blog de Artistas de la Tierra, no es una pintura; es una insurrección. Los azules feroces del río Guatapurí y los rojos abrasadores del sol forman un campo de batalla donde la mujer caribeña reclama su lugar frente a las herencias coloniales que la silenciaron. Esta obra, parte de su ejército de creaciones, dialoga con el Cuadernillo de anexos, que vincula su artivismo con la lucha contra la concentración de tierras, un sistema que despojó a comunidades enteras. Enwezor, que amplificó artistas como Doris Salcedo, reconocería en Manifiesto de Mujer un acto de resistencia que conecta la lucha femenina con las batallas por la tierra, transformando el lienzo en un manifiesto contra la opresión.
Murales como trincheras
Los murales de Yarime, como Alas de Libertad (Color de Libertad) (2019) en la Cárcel Judicial de Valledupar (El Pilón, 2019), no son decoraciones; son trincheras. Su técnica de “acupuntura macondiana” —mosaicos y trencadís— une fragmentos rotos para construir narrativas de lucha, como describe El Pilón al destacar cómo transformó un espacio carcelario en un símbolo de esperanza. En La Película del que con Amor te Canta (2023), cada tesela es una bala de color que narra la resistencia de Jagua de Ibirico. Enwezor, que veía el arte como un archivo de conflictos, reconocería en estos murales una cartografía de la insurrección, que conecta el Caribe con las luchas globales por la justicia territorial. Su trabajo en Hechos de Paz (2013), liderando Los Murales de la Reconciliación, refuerza esta visión, sanando comunidades a través del arte.
Artivismo como combate global
Yarime no pinta; combate. Su donación de Vallenato pa’l mundo entero (El Pilón) lleva el ritmo del Caribe al escenario global, mientras que su taller La voz que se transforma en mujer (El Pilón, 2023) empodera a mujeres periodistas para crear arte abstracto, desafiando las estructuras patriarcales. Sus columnas en múltiples diarios son manifiestos escritos que amplifican estas luchas. Enwezor, que conectó artistas de África y América Latina, posicionaría a Yarime junto a creadores como Theaster Gates, cuya obra también transforma comunidades. Sus exposiciones, desde Macondo, Música y Leyenda (2009) hasta Cabañuelas de Amor (2025), son campos de batalla donde el artivismo de Yarime confronta la desigualdad descrita en el Cuadernillo de anexos.
Feminismo como ruptura
Yarime no retrata a las mujeres; las libera. En Una mujer llamada Gabo (2016) y La Voz que se transforma en Mujer (2025), descrita en El Pilón como un proyecto de empoderamiento, reescribe el Caribe desde una perspectiva femenina. Su curaduría de EmPoderArte (2022-2024) y sus columnas desafían el patriarcado y la concentración de poder, resonando con el análisis del Cuadernillo de anexos sobre la exclusión social. Enwezor, que celebró el arte como ruptura histórica, vería en Yarime una fuerza que desmantela narrativas opresivas, conectando el feminismo caribeño con luchas globales.
Propuesta curatorial: Un tribunal de memorias
Estallidos de memoria reúne 30 obras de Yarime Lobo Baute, desde lienzos como Manifiesto de Mujer hasta murales como Alas de Libertad y Te Busco (2021-2022), con técnicas mixtas de acuarela, vinilo y acrílico (X post). La exposición se concibe como un tribunal de memorias, donde las obras son pruebas de resistencia contra la concentración de tierras y el olvido. Textos analíticos, inspirados en Enwezor, contextualizan cada pieza junto a citas del Cuadernillo de anexos. Una instalación central invita al público a escribir demandas de justicia en fragmentos de mosaico, creando un archivo colectivo. Videos de talleres como La voz que se transforma en mujer se proyectan en un espacio sonoro con vallenatos y protestas. La muestra itinerará por Valledupar, Bogotá, Dakar y Berlín, conectando el Caribe con el mundo.
Un ejército de justicia
Con reconocimientos como el Premio Mujer Cafam César 2022 y la Máxima Distinción ALAS DE GLORIA (2015), Yarime Lobo Baute no busca aplausos; construye revoluciones. Obra tras obra, año tras año, ha forjado un arsenal de cientos de creaciones que desafían el silencio del Caribe, cada una un estallido de memoria. Como Okwui Enwezor, que redefinió el arte como justicia, esta curaduría celebra a Yarime como una artivista que fractura el pasado para construir un futuro.
En homenaje a Okwui Enwezor, cuya visión nos enseña que el arte es un arma de resistencia.