"Susurros del Guatapurí: Un Canto al Alma en Caos" By: Yarime Lobo Baute
01 de Julio del 2025 a las 10:32:33 0 Leído (5)
¡Ay, mi alma, las aguas internas están susurrando, como el río Guatapurí cuando abraza la piedra! Algo no está en calma, algo pide transformarse, algo nos llama a aprender con el pecho abierto. La vida, ese bordado delicado que lleva el alma de Valledupar, nos enseña por amor o por el filo del dolor, pero siempre nos lleva a mirar pa’ dentro, como quien busca un verso en el silencio de la sierra. Porque así es, mi gente: como es adentro, es afuera; lo que se aquieta en el corazón florece en la tierra, en el viento, en el camino.
Cuando la vida se quiebra, como un acordeón que llora un paseo triste, y las emociones se revuelven como hojas en el viento del Valle, toca entrar en ese torbellino, sin miedo, con la suavidad de una mujer que sabe escuchar su alma. Hay que abrazar el caos, como se abraza la sombra de un mango al mediodía, con ternura y verdad. Preguntarle, susurrarle, como si fuera un amigo que guarda un secreto: ¿Qué me quieres contar, caos? ¿Por qué me quedo anclada en ese rincón, como si el alma tuviera raíces? ¿Qué guarda ese lugar al que vuelvo, como el río al Valle? ¿Está ahí mi corazón, hay amor verdadero, o solo es un eco que me engaña?
Dime, alma mía, ¿te mueves con el sentir o solo das pasos pa’ llenar el vacío? ¿Es por amor ese andar, o por miedo? ¿Caminas pa’lante o pa’ escapar? ¿Es tu paso consciente, como un verso que nace del alma, o te lleva la corriente sin darte cuenta? ¿Qué temes, qué verdad guardas bajo la piel? Porque el corazón, ¡ay, mi corazón vallenato!, no soporta la mentira. La mentira pesa, enferma, apaga el lucero. Pero la verdad, aunque corte como un verso de despecho, alumbra, libera, da vida.
Que el camino tenga corazón, como un son que canta bajito, y que el corazón sea el camino, tejido con hilos de verdad. Cada decisión es un abrazo a tu esencia, un paso pa’ encontrar el equilibrio. Fluir con el caos no es pelear, es danzar con él, como las piloneras danzan con la tierra, dejando que te hable, que te guíe. Sentipensar, como se siente en el Valle, es dejar que el corazón y la mente conversen, que se miren, que se amen en silencio.
Así que respira hondo, siente el calor del Cesar, y déjate llevar por esa corriente que corre dentro. Pregúntate, escúchate, quiérete. El caos es tu maestro, como un juglar que canta verdades. En ese fluir, en ese latir, hallarás la calma, la verdad, el amor. ¡Venga, que la vida es un canto suave y tú llevas su melodía en el alma!
(Sentipensando en voz baja, con el corazón vallenato y los pies en la tierra de Yarime).