Almas del Viento. By: Yarime Lobo Baute
01 de Julio del 2025 a las 10:42:02 0 Leído (6)
Almas del Viento
(Homenaje a los juglares)
En la sombra del Guatapurí, susurra el viento,
un canto viejo, un verso suelto, un sentimiento.
Allá en la sierra, cerca de Manaure, se oye el eco,
de almas libres que parrandearon con el tiempo.
Dicen que en la sabana, bajo la luna callada,
se juntan los juglares en una fiesta encantada.
Con acordeones lloran, con risas tejen la noche,
y el corazón del Valle late en su derroche.
Son las almas felices, que nunca se van,
vagan por los caminos, cantando sin fin.
Emiliano las canta, Escalona las guía,
el viento las lleva, el viento las cría.
¡Ay, los lleva el viento, los trae el viento!
¡Ay, los lleva el viento, los trae el viento!
En la Tomita se escuchan, entre mangos y silencio,
versos que saben a amor, a duelo, a reencuentro.
Poncho Cotes se ríe, con su carcajada clara,
y Andrés Becerra cuenta un cuento que no para.
Leandro los vio bajando, por el cerro de la luna,
recitando poesías, con el alma oportuna.
Hablan de amores perdidos, de penas que no se callan,
y en cada verso, las estrellas del Valle estallan.
Son las almas felices, que nunca se van,
vagan por los caminos, cantando sin fin.
Emiliano las canta, Escalona las guía,
el viento las lleva, el viento las cría.
¡Ay, los lleva el viento, los trae el viento!
¡Ay, los lleva el viento, los trae el viento!
A veces llegan al plan, entre casas de adobe,
cantan pa’ la vieja Sara, con amor que no se dobla.
Darío Pimienta y Toño Salas, con su acordeón al pecho,
tejen la vida en canciones, con un fuego derecho.
Y en San Diego se oyen, cuando la noche se tiende,
versos que abrazan el alma, que el corazón entiende.
Son los juglares eternos, que en la brisa se pasean,
parrandas del alma que nunca se apaguean.
Son las almas felices, que nunca se van,
vagan por los caminos, cantando sin fin.
Emiliano las canta, Escalona las guía,
el viento las lleva, el viento las cría.
¡Ay, los lleva el viento, los trae el viento!
¡Ay, los lleva el viento, los trae el viento!
Y cuando cantan, sus lágrimas son luceros,
como si un amigo dejara su abrazo sincero.
Hablan de amores, de penas, de la tierra sagrada,
y en cada nota, el Valle respira su alma alborada.
Son las almas felices, que nunca se van,
vagan por los caminos, cantando sin fin.
Emiliano las canta, Escalona las guía,
el viento las lleva, el viento las cría.
¡Ay, los lleva el viento, los trae el viento!
¡Allá, los lleva el viento!
¡Acá, los trae el viento!
¡Ay, los lleva el viento, los trae el viento!
Vallenato del alma, que no muere jamás,
en el susurro del viento, los juglares están.
¡Ay, los lleva el viento, los trae el viento!