El lienzo de la Esperanza que Florece en el dolor,. By: Yarime Lobo Baute
01 de Julio del 2025 a las 16:27:35 0 Leído (1)
Columna: El lienzo de la esperanza que florece en el dolor
Por Yarime Lobo Baute
Bajo el cielo gris de este martes 1 de julio de 2025, mientras el Guatapurí murmura su cumbia eterna en Valledupar, mi mente se detiene en Frida Kahlo, esa mujer de trenzas y flores que pintó su alma con el rojo de su sangre y el verde de su esperanza. En mi taller, frente a mi obra “Su-Frida Esperanza”, un lienzo donde plasmo su fuerza transformada en colores de mi Macondo, siento su presencia. Esta pintura, nacida de mi admiración por su resiliencia, es un puente entre su México y mi Valle de Upar, un canto a la vida que brota de las heridas.
“Su-Frida Esperanza” no es solo un retrato; es un espejo de mi alma y de la de tantas mujeres. Con pinceladas de rojo intenso y verdes profundos, evoco sus corsés de yeso, sus espinas que se clavan, pero también las flores que coronan su cabeza, símbolos de una esperanza que no se rinde. Cuando la pinté, pensé en mi propia lucha, en los días de lluvia que empapan mi tierra y mi espíritu, y en cómo, como Frida, transformo esas lágrimas en arte. Cada trazo de esta obra me recuerda que el sufrimiento no es un fin, sino un comienzo, una semilla que florece en girasoles.
Pienso en las madres de mi Valle, que tejen redes de amor bajo el peso de la vida, y en las artistas que, como yo, dirigimos murales como el “ADN de los Años Maravillosos” en el colegio La Sagrada Familia, donando nuestras almas a las niñas que sueñan. Frida, a través de *Su-Frida Esperanza*, nos lega esa lección: el dolor no define, el arte redime. Sus lienzos, llenos de raíces que se hunden en la tierra y de corazones abiertos, me inspiran a pintar con la misma honestidad, a dejar que mi Macondo hable a través de cada color de esta obra y de todas las que siguen.
Hoy, mientras el altiplano se lava con la lluvia, siento que Frida susurra desde “Su-Frida Esperanza”, recordándome que la esperanza es un lienzo que nunca se termina. En la Estación de mi Alma “Los Lobeznos”, enseño a otros a encontrar esa luz, a convertir sus heridas en historias. Su vida me enseña que no hay fractura que no pueda sanar con un pincel, que cada lágrima puede ser un pigmento que ilumina. Y no hablo solo de artistas: hablo de cada alma que, como un río, fluye a pesar de las piedras.
Así, invito al mundo a mirar a Frida a través de *Su-Frida Esperanza* como un faro, pero también a mirarse a sí mismo. Que cada uno tome su propio pincel —sea de colores, palabras o actos— y pinte su esperanza. En mi Valle, donde el vallenato nunca se calla, y en cada rincón donde alguien lucha por levantarse, el legado de Frida florece. Que nuestras vidas sean lienzos de resiliencia, donde el dolor se transforme en canto, donde las raíces de nuestra identidad nos sostengan como girasoles en la tormenta. Sigamos pintando, con el alma abierta, porque la esperanza, como el arte, es eterna.
Yarime Lobo Baute
Choachi (Cundinamarca),
Martes 1 de julio de 2025