Comentario realizado por: Pons Tello - 2008-02-05 00:00:00
Título obra: Peces - AlexandraR
artistasdelatierra.com:
253 Comentarios recibidos
145 Comentarios realizadosRecomienda
0 artistas
0 Obras
Le recomiendan
17 personas
14 Obras
|
Los ojos de los peces, las burbujas en el agua, son como estrellas reflejadas en un río o lago. Miramos esta masa de agua con inquilinos y nos parece estar contemplando una cúpula celeste con puntos luminosos. Tierra y cielo se confunden en el reflejo de agua. Y lo acuático deviene etéreo y sugestivo en esta muy lograda composición. Ojos, gotas, remolinos, que nos hacen imaginar un viaje húmedo por las galaxias exteriores. Mirar hacia abajo es también mirar arriba arriba: macrocosmos y microcosmos son dos gemelos, dos caras de la misma moneda. Complementarios que se reúnen en esta singular obra para demostrarnos que los extremos se tocan en los universos esféricos. |
|
|
Comentario realizado por: Pons Tello - 2008-02-02 00:00:00
Título obra: mas alla del pensamiento - Aminta Desde el fondo del alma, el pensamiento vuela y viaja hacia mundos no visitados anteriormente. Con ligereza de trazos, se nos presenta esta obra que nos transporta a lugares sólo visitables con el corazón en la mano. Si el pensamiento no llega, llegaremos con la emoción y la intuición. Equipaje imprescindible para penetrar en los laberintos infinitos de la psique. Miraremos la espiral sin miedo e iniciaremos el tránsito hacia el más allá. Hacia el centro de nosotros mismos. |
|
|
El artista siempre busca el reflejo de su alter ego en todo lo que expresa. Las obras devienen espejos, superficies de reflexión donde se proyectan algunas partes del inmenso iceberg que es la propia personalidad. En este autorretrato, Ángel González se ve a si mismo como portador y a la vez receptor de pigmentos pictóricos. De sus ojos, de su boca, de sus poros corporales, brota la pintura que lo construye y deconstruye al mismo tiempo. La pintura lo invade, lo cubre, como un estigma perturbador pero necesario. Bautismo pictórico que posibilita adquirir una nueva percepción. Una nueva manera de mirar y mirarse. Ejercicio ambiguo de autocontemplación donde se pone de manifiesto la complejidad del acto creativo. Acto que, en la mayoría de los casos, se ejerce para buscar respuestas, pero que en la obras interesantes sólo sirve para abrir nuevos y apasionantes interrogantes. |
|
|
Afirma el pintor Miquel Barceló, en su dietario "Quaderns d'Àfrica", que "pintamos porque con la vida no hay bastante". Y sin embargo la vida es el pigmento esencial de la pintura. Contemplo esta notable abstracción africana de Mercedes Urda como una invitación de retorno a los orígenes de la raza humana. Retorno a lo telúrico, a lo esencial, a lo sencillo. Viaje al centro del continente donde aparecieron los primeros homínidos y travesía hacia el espíritu ancestral de donde surge todo lo que hoy conocemos por cultura y arte. Quizás un cierto grado de inocencia e inmediatez es el eslabón perdido que nunca debimos extraviar por el camino que nos condujo hasta aquí. |
|
|
Decía el literato Ramón Gómez de la Serna que el mejor destino de un hombre es ser supervisor de nubes tumbado en una hamaca. La utopía se encuentra a veces en la observación atenta de las cosas, de las pequeñas cosas. Contemplar los rojos de un cielo entre nubes plomizas, las fosforescencias de un paisaje quizás previo a una tempestad. Sentir como la tela o el papel de los apuntes del artista se mueven ondulantes al compás de la brisa creciente. Notar, reales o imaginadas, como caen las primeras gotas de lluvia como lágrimas vivificadoras del cosmos... Marcelino González encuentra su particular utopía en la contemplación serena de los fenómenos atmosféricos y de los relieves cambiantes del paisaje. Particular abstracción de lo visto, de lo vivido, de lo sentido. Sensaciones pictóricas que parecen de ensueño, pero que son reales como la vida misma y que sólo se pueden percibir cuando nos atrevemos a mirar sin temores con los ojos del alma. |
|
|
Danza del collage. De periódicos viejos, las figuras que bailan entre ojos saltones. Con noticias obsoletas, se bordan las finas líneas de los trajes. Papel de orfebrería. Un fondo sanguíneo acoge a los danzantes. Fiesta de los sentidos. Laberinto de emociones mientras suena la música muda. La música del alma. Amanece o anochece. Desaparecen los relojes, los horarios. El tiempo, esa figura oscura que no cesa siempre de desgranar su implacable arena, se relaja. Y por una vez se suma a la fiesta. |
|
|
Realmente singulares todos los bodegones de Alexandra Rodrigo. Los objetos representados parecen cobrar vida y se inclinan para acercarse los unos a los otros. Diríase que se dirigen la palabra o que susurran cautos entre ellos. Objetos animados que modifican su estructura corpórea para dialogar. Objetos casi humanos que se desprenden de la fría quietud para adoptar la calidez de la curvaturas parlantes. Botellas, jarrones o frutas con alma. Composiciones sensuales, imprevistas, que nos demuestran con gran acierto que el misterio también está latente en la realidad más simple. Poderoso latido de lo cotidiano expresado a través de una brillante mirada artística. |
|
|
Este fauno contemporáneo nos escruta con un deje de melancolía en la mirada. Se diría que añora ancestrales músicas y la voz siempre profética de los árboles. Quizás desearía trotar por los exiguos bosques y los pelados prados, antaño frondosos y silvestres. Ya no suena igual la melodía de los manantiales y torrentes, ni el silbido del viento en las cañadas. La naturaleza de la Antigüedad ya no existe. Y ni él, dios pastoral con patas y cuernos de cabra, puede cambiar el destino absurdo de las cosas. Nada ya no es como fue. La pérdida y la ausencia se manifiestan en los ojos tristes del fauno. Ojos que vieron mucho y que recuerdan demasiado. |
|
|
Comentario realizado por: Pons Tello - 2008-01-14 00:00:00
Título obra: Esencias de la nada - Angelglezz La nada es entrelazamiento, hilos vitales en movimiento que se entremezclan y se unen. La nada es un corazón revuelto que palpita, un latido de la belleza que fue o que será. O que está a punto de ser en este preciso momento. La nada es una invitación a todo. La nada es como la belleza. Un reflejo del alma, una sensación subjetiva, algo imposible de definir y diferente para cada persona. Muchas bellezas, muchas nadas. Ángel González nos muestra la nada como un laberinto de líneas a seguir. Cada persona escoge su viaje, su trayecto hacia el más allá. Seguir el hilo es la única condición. Próximo destino: la imaginación. |
|
|
Más allá del bien y del mal, la figura filosófica y literaria de Friedrich Nietzsche proyecta sus luces y sus sombras en nuestro espíritu contemporáneo. Ángel González plantea un retrato vigoroso para representar la personalidad de este filósofo singular. Trazos potentes sobre colores básicos. Alegoría de fuerza y torrencialidad. Contrastes anímicos para plasmar el carácter imprevisible y sorprendente del retratado. Tensiones internas y contradictorias de un personaje con alma de genio y de loco. La genialidad linda con la locura. Bendita locura de los iluminados que escarban, con la herramienta del Arte, pluma o pincel, para hacernos reflexionar sobre todo lo divino y lo humano. |
|
|
En la mitología hindú, las alas del pavo real, compuestas de formas que parecen ojos, representan el firmamento estrellado. En el firmamento de la anatomía con cola desplegada, arco iris del día o cuerpos celestes de la noche, nacen miradas en espiral, unión de todos los colores, hipnosis en viaje a la totalidad. El ave de todas las miradas muestra su estandarte de vida. El itinerario hacia el centro de lo esencial y de lo permanente. Si el gallo es el primero que detecta la luz, símbolo del conocimiento, el pavo real la conserva intacta en su espectacular plumaje de ojos en conexión permanente. |
|
|
Ángel González, en esta potente obra, rinde homenaje a Jean Dubuffet, uno de los creadores del Art Brut. El Art Brut rechaza la uniformidad pictórica, los cánones clásicos de belleza y apuesta por un nuevo tipo de ética y estética, basada en la materialidad pictórica y en la expresividad emocional e intuitiva. El arte inquietante de los enfermos mentales, el ingenuismo expresionista de los ñiños o el trabajo concienzudo y detallista de los artesanos, son fuentes de inspiración para el Art Brut, corriente artística que busca una "nueva" belleza en lo considerado comunmente como feo, rechazable o poco digno de consideración. Ángel González, a la hora de ejecutar este cuadro, parte de todas estas premisas y recrea este espíritu poco convencional. Da rienda suelta a su emotividad y no tiene miedo de dialogar con el niño que todos llevamos dentro. Esta cierta regresión a la infancia, a la libertatd expresiva sin prejuicios, le permite construir este singular homenaje expresionista a Jean Dubuffet. Homenaje que sólo es posible realizarlo, como muy bien ha entendido González, desde la más absoluta libertad creativa. |
|
|
Comentario realizado por: Pons Tello - 2007-12-13 00:00:00
Título obra: LA SILLA NO ELECTRICA. - rafaelpiedehierro Esta silla no eléctrica, pero cargada de energía, demuestra una característica que es constante en toda la obra de Rafael Piedehierro: su compromiso ético. Piedehierro no sólo posee una impresionante colección de magníficas soluciones plásticas, sino que como artista y como persona se siente comprometido con las vicisitudes e injusticias del mundo en que le ha tocado vivir. Nuestro artista consigue reunir con gran acierto sensibilidad y sensibilización. En este dibujo en concreto se denuncia la pena de muerte, tachándola de cáncer en el alma humana. A partir del rechazo que le produce esta práctica injusticable, Piedehierro crea una pequeña gran obra de arte. Obra, que como todas las suyas, se alimenta de una estética que surge directamente de la ética. |
|
|
En el tablero infinito del cosmos, el tacto es un juego de azar. Las fichas devienen espirales, miradas hipnotizadas aldrededor del gran ojo que nos contempla. La suerte está echada. Sólo nos queda jugar esta partida universal, donde no hay ganadores ni perdedores, sino seres humanos a la búsqueda de la propia identidad. La mano roja, en composición diagonal, simboliza actividad y pasión. Elemento que entra en contacto con la espiral, con el remolino de sentimientos y contradicciones. El gran ojo vigila. Dentro del tornado emocional de las espirales, todo gira y gira como giran los cuerpos celestes cumpliendo su destino gravitatorio. |
|
|
El protagonista de la composición intenta encontrar el pomo de la puerta y abrirla, pero la puerta aparece como una cicatriz cauterizada. La figura se halla ante la entrada del subconsciente, portal donde dulces sueños y pedasadillas horribles cohabitan en extraña armonía. El personaje quiere abrir su propia mente, descubrirse, autoconocerse y travesar los laberintos del alma, a la búsqueda de la identidad, identidad que es múltiple como núltiples son los caminos del arte para expresar la compleja realidad interior. Andy Irizarry, en este interesante linóleo, muestra el subconsciente como una herida mal cerrada, como una grieta en un muro, muro de misterios e incógnitas personales que se resquebraja y que hay que derribar para llegar al pleno conocimiento de uno mismo. |
La perfección no es cosa pequeña, pero está hecha de pequeñas cosas. Miguel Ángel Buonarroti
© Artistas y arte. Artistas de la tierra 2006-2007
Las mejores obras del Mundo - Promociona gratis tus obras de arte
Artistas y arte. Artistas de la tierra ha sido creado para ser una herramienta al servicio de los artistas de la Tierra
Condiciones de uso - Política de protección de datos
Artistas y arte. Artistas de la tierra