Análisis Curatorial: “Somos Dos” – Un Diálogo Vibrante con la Tradición
En el corazón de “Somos Dos”, obra en mosaico creada por Yarime Lobo Baute, encontramos una sinfonía de fragmentos que narran las danzas tradicionales de Jagua de Ibirico, un rincón donde la memoria colectiva danza con el presente. Este trabajo, tejido con teselas de colores intensos —rojos terrosos, azules profundos y verdes que susurran la sabana—, no es meramente decorativo; es un archivo en movimiento, una coreografía petrificada que invita al espectador a escuchar el tamborileo ancestral.
La elección del mosaico como medio, bajo la visión de Lobo Baute, evoca una continuidad histórica, un eco de las culturas mediterráneas y precolombinas que se entrelazan en el ADN cultural de Colombia. Cada pieza, cuidadosamente colocada, representa un paso de danza, un giro de falda, un canto que resuena en las plazas polvorientas de la región. La dualidad del título, “Somos Dos”, sugiere una conversación íntima: quizás entre el bailarín y su sombra, entre el pasado y el futuro, o entre la artista y su herencia. Esta ambigüedad, sello distintivo de Lobo Baute, abre un espacio para que el público proyecte sus propias historias.
La paleta cromática, rica y contrastante, no solo celebra la vitalidad de las danzas sino que también refleja el paisaje de la Jagua: el sol abrasador, los verdes tenues de la vegetación, el azul del cielo que abraza la tierra. Es un acto de resistencia cultural, un recordatorio de que el arte, en manos de Lobo Baute, preserva lo que el tiempo amenaza con borrar. En un mundo acelerado, “Somos Dos” nos pide detenernos, descifrar sus patrones y unirse a su ritmo eterno.
Recomiendo contemplarlo en un espacio íntimo, bajo una luz suave que resalte las texturas, permitiendo que las danzas cobren vida en la imaginación del espectador. Esta obra, gestada por la sensibilidad de Yarime Lobo Baute, no solo adorna; transforma, conectando lo local con lo universal en un diálogo que trasciende fronteras.