Descripción Curatorial: “Este pedazo de acordeón donde llevo el Alma Mía” de Yarime Lobo Baute
“Este pedazo de acordeón donde llevo el Alma Mía”, una obra emblemática de Yarime Lobo Baute, transforma la fachada del Puente Hurtado en Valledupar, Colombia, en un lienzo vivo que celebra la identidad cultural y musical de la región. Realizada en 2018 mediante la técnica del mosaico, esta pieza de 6 metros de altura por 4 metros de ancho en la sección del teclado del acordeón forma parte de la serie Destápate con Música y Leyendas, un proyecto que entrelaza el patrimonio sonoro y las narrativas populares con el arte público. Las imágenes que muestran el “antes” y el “después” de la intervención destacan la metamorfosis de una estructura funcional en un espacio de significación cultural, donde el puente se convierte en un símbolo resonante de la tradición vallenata.
El mosaico, ejecutado con tesserae de cerámica, despliega una paleta vibrante que refleja la energía de la música. El teclado del acordeón, destacado en la sección principal, se representa con tonos amarillos y rojos que contrastan con el fondo natural del puente y su entorno rocoso. La intervención añade elementos decorativos —como círculos blancos sobre un fondo rosado— que evocan las teclas y las notas musicales, mientras que la frase titular, implícita en el diseño, sugiere un alma que se lleva en la melodía, un guiño al alma del vallenato. El “antes” muestra un puente austero, mientras que el “después” revela una estructura revitalizada, integrada por la vegetación circundante y el río que fluye debajo, creando un diálogo entre lo construido y lo orgánico.
El estilo de la obra fusiona el arte popular con un enfoque modernista, utilizando las curvas y los patrones del mosaico para imitar los ritmos del acordeón. La escala monumental (6 x 4 metros) y la resistencia del material aseguran su durabilidad al aire libre, transformando el puente en un punto de encuentro cultural. Esta intervención no solo embellece, sino que narra la historia de Valledupar, donde el acordeón es un ícono de resistencia y alegría. Realizada en 2018, “Este pedazo de acordeón donde llevo el Alma Mía” de Yarime Lobo Baute consolida su maestría en el mosaico, posicionando la obra como un legado vivo que une música, leyenda y comunidad en el corazón de la ciudad.